viernes, 31 de octubre de 2008

Una perspectiva desde Cali

por Roberto Carlos Lujan.

Primero, debo decir que celebro el esfuerzo de los músicos que desde la autogestión y el bajo presupuesto, registran discográficamente nuestras músicas nacionales, en un proceso de revalorización expresado desde iniciativas experimentales y de gran valor musical. Dichas músicas nacionales durante decenios han sido ignoradas y tenidas a menos en un proceso sistemático, el cual llevado a cabo estatalmente a través de políticas culturales deficientes expresan un bajísimo interés por situar en un lugar digno el empeño de decenas de artistas.
Me parece que el trabajo de La Distritofónica es valioso por que aglutina, visibiliza y fortalece. En primer lugar, es bueno que una discográfica independiente aglutine distintas propuestas musicales, surgidas a partir de la iniciativa de una hornada reciente de músicos nacionales -en su mayoría formados académicamente- quienes hacen parte de una emergente generación. Ese trabajo de aglutinar adquiere gran sentido, cuando visibiliza de manera formal el trabajo de artistas disímiles, que tienen como punto de partida lo considerado como propio o de nuestro suelo. Fortalece, además la idea de movimiento alternativo, la cual puede caracterizar la movida, de músicos que desde una posición concienciada y estética, han decidido adentrarse en la práctica y desarrollo de un tipo de música urbana de baja intensidad comercial. Lo cual de entrada, merece nuestra consideración y agradecimiento.
Encontrar en las variadas músicas nacionales de origen rural, un material importante digno de ser considerado e indagado a través de distintos contactos y acercamientos, fenómeno de hecho significativo, resulta a todas luces de notable interés. Construyendo en tal sentido, un discurso musical desde las posibilidades expresivas que el sentir citadino supone. El interés masivo actual, por cultivar las músicas colombianas en una abierta combinación sonora beneficia la puesta al día de éstas. Lo local y lo nacional, lo folklórico y lo popular, lo inefable e incasillable, si se quiere, en abierto diálogo con lo universal, ha encontrado una dinámica cada vez más compleja, la cual por derecho propio empieza a erigirse en referente perdurable.
Es inmensamente revelador que se cultive mucho más, y a todo nivel, la música del Litoral Pacífico colombiano en la capital del país. El interés parece ser mayor en la capital, pese a existir en Cali un festival como el Petronio Álvarez. En tal sentido, lo interesante es percatarse por qué esto ha sucedido. ¿Existe acaso un proyecto educativo, en la educación superior de la capital que beneficie dicho interés, o dicha motivación pertenece a las iniciativas individuales y colectivas de músicos establecidos y estudiantes en formación?
Cali, sigue siendo una ciudad que registra un bajo número de propuestas independientes, en términos de producción musical. El auge de medio centenar de bandas y de docenas de discos de salsa publicados en los años 80’s, fue el fruto de una circunstancia coyuntural conocida por todos: el narcotráfico. Ese espejismo, en términos de producción, se quiebra una vez las cosas retornan a la normalidad. La ciudad sigue padeciendo de los mitos que si bien ayudaron a crear cierta representación social y cultural del caleño, no gozan de correspondencia con la realidad. ¿Cuántas de esas bandas de salsa surgidas en aquella época perviven operativamente, durante todo el año? Quizá el 10 %, es eso suficientemente diciente!
Me parece que tendremos que aguardar mucho tiempo [en Cali] por un movimiento musical en torno a este tipo de expresiones recientemente redescubiertas. No obstante, hay proyectos independientes de gran valor, como el de Hugo Candelario González y su formación Bahía, en distintos formatos instrumentales; Los grupos Herencia, Ancestros, La Banda Departamental Tamborimba y algunos que han decidido realizar el tránsito desde el Litoral hacia Cali. Como ocurrió en el pasado con la salsa en esta ciudad, en su mayoría, parece que quienes cultiven la música del Pacífico, en un futuro inmediato, procederán de esa zona del país, no sólo por factores socioculturales -conocimiento, empatía, entre otras- además habría que añadirle el escaso proceso de aprendizaje, a nivel institucional, por parte de los músicos en la ciudad.
Lamentablemente [en Cali se conoce] muy poco [la producción de La Distritofónica (o producciones similares)]. Y eso se debe a varios factores: Digamos que por su emergente aparición. También por no tener sus productos en las discotiendas de la ciudad. Por el tipo de música que promueve. Las nuevas músicas colombianas en Cali, es algo a lo que apenas se está despertando, pero con una somnolencia proverbial. Y por último diría que por el mal mundial del que padece la buena música: La difusión. Aquí no existe un número significativo de programas radiales que intenten promover este tipo de música, a lo sumo dos. Personalmente, he realizado un trabajo radial a través de la emisora Univalle Estéreo 105.3 FM, desde el año 2005, en el programa SONIDO URBANO, en el cual difundo diferentes propuestas, incluso estableciendo una sección dentro del mismo que he denominado Publicaciones Discográficas Independientes, pero para ello debo contar con la materia prima: el disco. Artistas como Ricardo Gallo y grupos como La Revuelta y Asdrubal , han entendido el espíritu de nuestra labor y en ese sentido se ha podido contribuir con la difusión, desde diferentes escenarios: audiciones discográficas públicas, universidades, tabernas y escritos especializados en el tema en diferentes publicaciones; lamentablemente existen artistas que todavía no comprenden que mi labor gratuita como radiodifusor cultural, precisa de una inversión de todo tipo, la cual casi nadie valora, y que lo único que se requiere por parte del artista para la ayuda de esta promoción es el material sonoro, no creo que eso sea demasiado pedir!!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimados lectores de este blog distritofónico. Celebro cuenten con un espacio más de difusión y discusión. Aprovecho para recomendarles por si les interesara, la reseña que escribí para la revista Arcadia de octubre sobre el disco Jazz Colombia, equidistante a los músicos y temáticas tratadas aquí.
Slds, José Alejandro Cepeda

www.revistaarcadia.com

mo dijo...

Los invito a ver este excelente video http://bit.ly/GraffitiSprite